¿Cómo explicamos esto?

Me desperté con la noticia que Israel había atacado una flotilla de naves con ayuda humanitaria al pueblo palestino; pueblo que desde hace mucho tiempo y a vista de todos ha sufrido un constante bloqueo por parte del estado hebreo.

Vi las imágenes y me parecieron indignantes. Es en momentos como este en que, como cristiano, quisiera que algún hermano en la fe me explicara cómo encaja esto en el plan de Dios desde el punto de vista del evangelio de Cristo.

No me cabe ninguna duda que por más cristianos que seamos (perdón por la ironía) nos dará un poco de escozor el trato violento que vimos por parte de los soldados israelíes hacia los pasajeros y tripulación de la «Flotilla de la Libertad»; pasajeros que no iban más que transportando suministros de ayuda humanitaria y entre los cuales se encontraban personas de diferentes nacionalidades, incluidos un premio Nobel y una sobreviviente al Holocausto (!). Otra posibilidad que tenemos, y que muchos prefieren, es acordarnos de los muchos pasajes bíblicos donde Dios luchó por Israel en contra de los enemigos de Su pueblo, cosa que como sabemos ocurrió antes de Cristo. Sea cual sea la postura que tomemos lo que me preocupa es que al parecer Nuestro Señor Jesucristo nunca hubiese venido a nosotros con un mensaje de paz; parece que Él nunca nos hubiese enseñado que Su reino está hoy formado por aquellos que adoran al Padre en espíritu y en verdad.

Lo peor de todo es que siempre habrá algunos hermanos en la fe que justifiquen cualquier actividad del estado hebreo por el simple hecho que son israelitas ya que, después de todo, a través de ellos Dios nos legó las Escrituras y al Salvador. Mientras tanto no puedo dejar de preguntarme, ¿es eso motivo de fianza a cualquier acción de matonaje que Israel ejerza?.

Como cristiano no comparto ni el principio ni el final de esta acción y necesito desesperadamente que algún dispensacionalista me lo explique. Tiempo ha que nos deben una explicación a todos. ¿No lo pueden hacer?, entonces no lo defiendan. Le hacen un flaco favor al evangelio de la paz de Cristo.

Por último, por más canuto que alguien sea debería sentir que lo hecho por estos soldados israelíes es injusto ya que estamos llamados a reflejar aunque sea de una manera tenue el perfecto sentido de justicia de Dios. Si no lo crees así hazte ver.

Consejos de un joven pastor bautista II

Hace tiempo postié acá los primeros consejos, pero hoy quiero volver a la carga con algunos más.

Recuerda que te escuchan personas

Esto es muy importante.

Me da la impresión que muchos pastores olvidan que en frente tienen al pueblo de Dios, y que este pueblo está compuesto por personas. Las personas son diferentes unas de otras y tienen problemas, dificultades o aun algunas han caído en pecado en medio de la semana. Tratar de desconocer esto no solo es querer tapar el sol con un dedo sino que demuestra un completo desconocimiento de la naturaleza del ministerio pastoral y de la naturaleza humana.

Todas esas personas con su diversidad de problemas buscan una palabra de ánimo, de esperanza, que les ayude a superar una nueva semana, y me he percatado que los mensajes mejor recibidos son aquellos en los que hay una palabra de motivación a los que están sufriendo. Así que no olvides que tu ministerio pastoral trata de personas. Y personas por las cuales Jesús murió en la cruz.

Dale tiempo a tus hijos

Muchos creen que es la escuela dominical o la iglesia la encargada de educar a sus hijos en materias morales, éticas y aun cristianas; pero olvidan que son ellos los encargados de esas cosas. Nunca he leído que el plan de Dios haya sido que la educación de los hijos la imparta la iglesia sino todo lo contrario. A Él le ha placido que sean los propios padres los encargados de esta labor de manera constante.

Pero no se trata sólo de educarles. Ellos también necesitan de tu tiempo y tu afecto. Los seres humanos son seres sociales y tus hijos están aun en proceso de desarrollo (al menos los míos sí), por tanto no les prives de afecto, que para ellos es un asunto de primera necesidad. Más que para ti.

No olvides que Dios no necesita dinero, los hombres son lo que tienen necesidad

Es lamentable que algunos cristianos se preocupan más de los gastos del (mal llamado) templo que de las necesidades de los miembros de su iglesia y que son parte del verdadero Templo de Dios (!). No hablo solamente de pastores, incluyo también acá a todos los cristianos de las iglesias.

La falta de solidaridad se ha cambiado por estar al día con las obligaciones contraídas con el uso y cuidado del (mal llamado) templo. Lamentable.

No me cabe duda que cuando nuestro Señor dijo refiriéndose a la iglesia que «las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» no estaba pensando en este vicio que muchas veces toleramos. Por tanto una vez más el consejo es simple: recuerda que la iglesia la componen personas, y a veces tienen necesidades.

Luego posteo más.

Test desde Vim

Este es el primer post que envió usando mi editor favorito: Vim.

Aburrido de ScribeFire, y luego de haber sentido un fastidio enorme con todo, decidí divertirme un rato instalando Vim portable con Python 2.6, también portable, y el plugin Blogit.vim. Debo decir que es todo lo que necesito para escribir posts.

Adjunto este screenshot de muestra.

Usando «El» editor ;)

Camila

Hoy salí de la oficina acompañando a una cliente. Debía ir con ella a su casa en busca de un documento importante. Como me encontraba desarrollando el sistema de inventario para IBGF salí a a regañadientes de la oficina. Sí, lo reconozco.

Teníamos que tomar micro. Debo confesar que no había hecho esto desde hace como un año y, tal vez producto de ello, estuve atento mayormente a todo lo que me rodeaba, tanto más sabiendo que nuestro destino era una comuna que nunca frecuento. Estando en el paradero vimos a una niña con su madre. Sin saber por qué conversamos con ella y nos contó como su hija tenía ya nueve años de vida y recién estaba aprendiendo a hablar ya que producto de constantes ataques epilépticos tenía un gran retraso en el desarrollo del lenguaje. Esto ya me partió el corazón, pero además me sorprendió escuchar a mi cliente decirle: ‘Usted sólo debe confiar en el Señor, debe orarle a Él’ (!), en eso estábamos cuando su madre me dice: – mire, ahora le esta dando un ataque -. En ese momento esta pobre niña se había abrazado al cuello de su madre y con las piernas hacía lo propio al torso. Su mamá tiernamente la abrazaba y me decía: – fíjese – soltándola. La niña con una gran rigidez no se soltaba, parecía petrificada. Luego la crisis pasó, la niña se soltó, su madre la puso de pié pero la pequeña mantenía una mirada perdida. La madre de Camila, que así se llama esta niña, no me permitió que le diera cien pesos para que se comprara un dulce porque, como pude ver, la chiquita tenía todos los dientes desechos por las caries. Me agradeció amablemente, pero me dijo que no podía darselos. Esa fue la segunda puñalada en mi corazón. ¿Qué más podía hacer?, le dije que oraría por ella. Es lo mejor que puedo hacer.

En ese preciso momento una anciana se nos acerco a todos y nos regaló unos tratados. El texto es (aun lo tengo conmigo) el siguiente:

“El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová el que hace justicia y derecho á todos los que padecen violencia”

Salmos 103:3-6

¡No podía ser más apropiado para la ocasión!

Nos saludamos con aquella hermana, nos dimos la mano. Nos dijo que venía al centro a comprar los tratados, que cien unidades le costaban quinientos pesos (chilenos), y que ahora había comprado doscientas unidades. – Me quedé sin plata, pero el Señor al final me da dinero igual -, dijo ella. Nunca en tan pocos minutos vi tanta cordialidad, fe y esperanza reunidas en un paradero de micro

¿Qué me quieres mostrar Señor?, ¿acaso no me enseñas con esto que mis problemas son nada en comparación a los de esta gente pobre?.

No puedo dejar de pensar en que muchas veces nos parece estar tan llenos de problemas que olvidamos mirar nuestro entorno para ver el sufrimiento día a día de los demás. Nuestro insaciable orgullo no nos permite fijar nuestros los ojos más alla de nuestro ‘merecido’ metro cuadrado.

Hoy tengo tres cosas más por las que orar. Por Camila, por su salud y su futuro, por que conozca al Señor y así algún día cuando nos levantemos o seamos transformados pueda vivir eternamente disfrutando de la salud que hoy no le es posible; también debo orar dando gracias a Dios porque Su Palabra sigue predicándose, siguen habiendo hermanos que le hablan de Cristo a otros, y siguien otros tantos repartiendo esperanzas al entregar un tratado evangelístico; pero además debo orar ya que estoy agradecido porque cada día me convenzo más que las malas cosas que me pasan son nada en comparación a otro tipo de sufrimiento.